Historia Nopaltepec Estado de México
Nopaltepec se compone de los vocablos de la lengua náhuatl, Nopalli; "??nopal"?; Tepetl, "??cerro"? y la letra "C", que quiere decir, "??en"?; por lo que en conjunto significa "En el cerro de los nopales"
Inicialmente la denominación del municipio, cuando se decretó como municipio, se le dió el nombre de "Santa María de la Asunción Nopaltepec", en la actualidad a partir de los años de 1960, solamente se a denominado Nopaltepec, así se menciona en el Bando Municipal que se publica cada año el día 5 de febrero.
Los pueblos comprendidos dentro del territorio municipal, estuvieron dentro del dominio del señorío de los teotihuacanos hasta principios del presente milenio cuando emigraron sus pobladores; esta aseveración la muestran los vestigios prehispánicos propios de esta cultura que se ha localizado en todo el territorio municipal, consiste en tlateles y gran cantidad de figurillas de origen teotihuacano.
En el año de 1134, llegan los chichimecas, procedentes del norte del país al Valle de México, dominando a todos los pueblos que anteriormente habían estado sujetos a Teotihuacán. Este pueblo fundó posteriormente varios centros poblacionales propios de esta cultura.
Los pueblos que actualmente comprende el municipio de Nopaltepec, se encontraron dentro de los dominios de Xaltoca, por el año 1200 d.C., a la caída de este señorío, el rey Xolotl mandó poner guardalinderos en los pueblos de Nopaltepec, Teotitln, Atepoxco y algunos otros pueblos existentes de esta época.
Esta versión se menciona en el códice Chimalpopoca o Anales de Cuautitlán.
Nopaltepec, también formó parte del reino Acolhua, estableciendo una relación muy estrecha con Nopaltzin, padre de Tlotzin.
Por el año de 1535, el ayuntamiento de México se divide en alcaldías mayores correspondiendo una de ellas al pueblo de Otompan.
En una relación de pueblos pertenecientes a esta alcaldia mayor dada a conocer en el año 1603, se escriben los nombres en español de 60 comunidades se menciona a: Santa María de Nopaltepeque, San Phelipe Teocaltitlán, San Miguel Tlaltepusco, Santa Lucía Tecpatepeque y algunos otros de este rumbo.
En el año de 1761 nuevamente al pueblo de Otompan, se le da a conocer el nombre de los pueblos que integran su jurisdicción, en donde aparecen las haciendas de Venta de Cruz, Los Reyes Tepetitlán, Santa Inés Amiltepec, Santa Clara Tezcacoac, Rancho de Santa Lucía Tecpatepec, Rancho de San Jerónimo, junto con los pueblos que hoy comprenden el territorio de Nopaltepec, entre otros de esta misma región.
La época colonial, deja su huella arquitectónica en este municipio y como muestra se encuentra la arquería ubicada en la barranca denominada de Tepeyahualco en terrenos que corresponden a Nopaltepec. Esta obra que comprende de 66 arcos de una altura máxima de 38.75 mts, del arco mayor, en una extensión de 1,020 mts, construidos por Fray Francisco de Tembleque, fraile del convento de Otumba, y la mano de obra de los naturales de la región, sustentan el acueducto que este religioso inició en el año de 1543 a partir de un cerro ubicado en el Estado de Hidalgo, para llevar el agua de manantiales al pueblo de Otumba, logrando llevar el preciado líquido hasta el año de 1560.
Otra muestra arquitectónica de esta época, son los templos católicos de algunas poblaciones que datan del siglo XVII, producto de la evangelización de los habitantes de estos pueblos. Estos templos han sido de dotados de imágenes, las cuales han dado nombre a las comunidades.
Las luchas armadas que dieron origen a la Independencia de México, motivaron que nuestro territorio mexicano fuera escenario de distintos brotes de guerrillas por todo el país.
En el vecino Estado de Hidalgo, propiamente en los llanos de Apan, procedente de los Estados de Tlaxcala y Puebla, aparece por esos lugares don Pedro Osorno, apoyado por Diego Manila, Espinoza, Inclán y Serrano, al mando de 3,000 hombres.
Siendo Virrey de la Nueva España, don Félix María Calleja, dispuso a don José Barradas, para que se dirigiera a los llanos de Apan, para atacar las guerrillas de Don Pedro de Osorno y sus tenientes, Manila y Espinoza, que al ser enterados de los avances por teotihuacanos y Otumba de las fuerzas del sanguinario José"?? Barradas, dispusieron salir al encuentro de dichas tropas enfrentándose en un lugar que los insurgentes llamaron la "??garganta de Nopaltepec"? en donde se suscitó una cruenta lucha, que hizo retroceder a las fuerzas virreinales con estrategias perfectamente ejecutadas por los bravos guerrilleros de Apan, consistieron en atar los extremos de las reatas de lazar a las cabezas de las sillas de los caballos y avanzar en forma paralela arrollando a los contrarios, provocando distracción para que tanto el resto de la caballería como la infantería hicieran retroceder al contrario por los llanos de Nopaltepec, que se le denomina de tortolitas. En pocos momentos quedaron fuera de combate más de cien hombres, entre ellos Don Anastacio Bustamente, que resultó gravemente herido de una pierna por lo que don José Barradas se vió obligado a retroceder a San Juan Teotihuacán, perseguido tenazmente por los vencedores.
Este encuentro se suscitó el día 12 de abril de 1815, la historia de México lo registra como "Batalla de Tortolitas".
Un año después en abril de 1816, después de los fracasos de don José de Barrandas a mános de los independientes que tenían en su poder los llanos de Apan, el virrey de España, propuso a otra persona con mayor capacidad para terminar con las guerrillas de los hazlamerros del Valle de Apan, e hizo responsable a don Manuel de la Concha, captor y ejecutor del fusilamiento de don José María Morelos y Pavón, el 22 de diciembre en San Cristóbal Ecatepec.
Don Manuel de la Concha se dirige hacia estos rumbos en los primeros días del año de 1816, procediendo a dictar disposiciones a los pueblos y las haciendas que habían protegido a los insurgentes, prohibió la elaboración del pulque, que en esa época redituaba el sustento económico de los pobladores amenazando con el fusilamiento a la falta de de dicha disposición. Osorno igualmente dispuso que se incendiaran los templos y haciendas en donde se encontraban acampadas las fuerzas virreinales.
Desde febrero hasta el mes de abril de 1816, se llevaron a cabo cruentos combates entre las fuerzas realistas de don Manuel de la Concha y los independientes de don Pedro Osorno.
El más importante de estos combates se llevó a cabo el 18 de abril de 1816, un año después de la batalla de tortolitas, en los terrenos de la hacienda de Venta de Cruz perteneciente al municipio de Nopaltepec y muy cerca de los arcos de Padre Tembleque.
Por estos lugares fue envestido el mayor Rafols, subalterno de don Manuel de la Concha, por las tropas de Osorno que personalmente atacó a la cabeza de los 1,600 hombres. Ese día quedó indecisa la victoria, pero el día 21 del mismo mes, reforzados uno y otro bandos, se renovó el combate, siendo éste uno de los más sangrientos de la región, en el que las masas de caballería de los independientes tuvieron que ceder después de cuatro horas de combate ante la artillería de los realistas.
El capitán Anastacio Bustamente, restablecido de las heridas sufridas el año anterior en la batalla de tortolitas, y apoyado por un numeroso grupo de combatientes compuesto por los "??dragones de San Luis"?, persiguió los maltrechos escuadrones de Osorno por las inmediaciones de Teotitlán, Nopaltepec y las llanuras de Ometusco, provocando una completa dispersión de los fugitivos.
El 16 de octubre de 1871, se crea el decreto No. 113, que se da a conocer para su publicación y ejecución el día 19 de octubre del mismo año, erigiendo a este municipio con el nombre oficial de Santa María de la Asunción Nopaltepec, integrando su jurisdicción con 3 pueblos, 3 haciendas, 5 ranchos y 2 rancherías, procediendo los habitantes del nuevo municipio a integrar su primer ayuntamiento que entraría en funciones a partir del 1º de enero de 1872.
La revolución de 1910 en nuestro país no pasó desapercibida por el municipio de Nopaltepec, aún cuando por estos rumbos no hubo personajes que tuvieron alguna participación distinguida en el movimiento armado, la gran mayoría de los pobladores fueron testigos presenciales de muchas batallas desarrolladas por los campos de estos pueblos, que en varias ocasiones fueron invadidos en las fuerzas revolucionarias que a su paso se detenían por estos lugares.
En las cercanías de los pueblos de este municipio, existió la estación de Ometusco, correspondiente a la línea de ferrocarril mexicano México-Veracruz. En la mencionada estación se entroncaba el ramal Ometusco-Pachuca, línea estratégica para la comunicación hacia la región del bajío de nuestro país.
En este lugar, por su ubicación, constantemente acampaban tropas de los distintos bandos revolucionarios, así mismo los pueblos vecinos sufrían por la invasión de los soldados que recurrían a las casas en busca de víveres, pero que en la mayoría de las veces saqueaban por la fuerza y en varias ocasiones mataban a los habitantes que se oponían a que se llevaran sus semillas o sus animales.
En el año de 1911 y 1912, los templos de las comunidades, fueron invadidos, en una ocasión por los zapatistas y en otra por carrancistas, para acuartelar a los combatientes acampando en su interior caballos y gente. Esta situación dió motivo a que en una ocasión el templo de Nopaltepec fue ametrallado con proyectiles de alto calibre, lanzados desde el cerro del Tlacoyo, ubicado a espaldas de la estación de Ometusco; afortunadamente ninguno de los proyectiles deterioró el templo, solamente algunas casas aledañas y una parte de las instalaciones exteriores de la Presidencia Municipal sufrieron algunos daños.
Uno de los relatos que nos hacen las personas mayores, nos dicen que constantemente se suscitaban enfrentamientos en los terrenos que actualmente pertenecen a los ejidos de los pueblos del municipio, siendo de tal intensidad que constantemente quedaban gran cantidad de armas y cadáveres en los terrenos, que hasta los perros se alimentaban de carne humana; motivando que en varias ocasiones estos animales llegarán a las casas con fragmentos de restos humanos.
En el centro de la cabecera municipal, existe un árbol de pirúl que data de algunos cientos de años y los pobladores lo llaman "el árbol de curato", por su cercanía al curato parroquial; en este árbol, nos platican que varias gentes fueron ejecutadas y colgadas de las ramas.
Los pobladores de nuestros pueblos conocen gran cantidad de relatos que les han transmitido los padres y los abuelos.
Terminada la Revolución de 1910, por resolución presidencial se lleva a cabo la dotación de terrenos a los campesinos, a partir del año de 1926, dando origen a los ejidos que se tienen actualmente.
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