El municipio de Santiago
Huajolotitlán no tiene escrito alguno en que se conozca su fundación
histórica, los últimos documentes que lo ampararon se dice
que fueron destruidos a consecuencia del levantamiento de la Revolución
Mexicana en el gobierno del Presidente Porfirio Díaz, cuando las
tropas realistas de este gobierno llegaban a combatir los levantamientos
surgidos entre el pueblo mixteco, también se dice que pudieron
haber desaparecido en el levantamiento de la Guerra Cristera en los gobiernos
de Plutarco Elías Calles y Alvaro Obregón. Por tradición
verbal y por escasa documentación que existe, se dice que un grupo
étnico de pobladores se desprendió de Monte Albán
y que después de caminar varios años levantaron sus cabañas
cerca del actual cerro del Conejo y después en Puerta Chica, en
la Cabaña Arregla.
Esto pobladores se situaron adyacentes a los ríos aprovechando
las tierras húmedas donde se cultivaban plantas, la etapa aldeana
está un poco documentada en la mixteca baja. Cabe resaltar que
la fase Ñuine tuvo gran importancia en la ocupación de centros
urbanos de la mixteca baja, que se divide en dos principales periodos
llamados fase Nudee y Ñuiñe cada una con cerámica,
arquitectura y costumbres funerarias distintas. La fase Nudee 500 a.C.
y 300 d.C. El libro más antigüo que se tiene data del año
1861 como referencia histórica. En este libro nos habla de las
primeras misiones dominicas a este lugar. Los demás documentos
que se creen perdidos son de 1647 y presumiblemente hasta el año
1800.
En el año de 1916 sucedió un acontecimiento en la población
de Santiago Huajolotitlán, cuando en el país se suscitaba
el movimiento civil armado, se presenta en dicha población un grupo
de personas armadas y comandadas por un sujeto llamado Cástulo
Villagómez, que se sabía era General zapatista, originario
de Salitrillo, Puebla, exigiendo reses y maíz para alimentación
de sus soldados y caballos, y al encontrar negativas de algunas personas
prendió fuego a la casa del diezmo y algunas casas de la población.
Entonces, un ciudadano de nombre Irineo Ramírez González,
originario de esa población, que bajaba del monte con su burro
cargado de leña y él a caballo, al darse cuenta de la acción
de los zapatistas, les hizo frente resguardándose en la torre de
la Iglesia atrancando la puerta de entrada y desde el campanario disparando
causó tres bajas, dándose cuenta que se le terminaba el
parque, continuaba disparando y a un pie se amarró el cable del
badajo de la campana para llamar a la gente como es costumbre en caso
de peligro, acción que hizo huir a los Zapatistas.
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